Sellos personales
Un aspecto de la cultura japonesa que a menudo sorprende a los extranjeros es el uso de sellos personales, llamados hanko o bien inkan. Estos sellos siguen desempeñando un importante papel en muchas transacciones, como la apertura de una cuenta de banco o el contrato de alquiler de un apartamento. Son pequeños cilindros de madera, piedra o plástico, con el apellido del propietario tallado en uno de los extremos.
Pero no se preocupen si no tienen sello. Muchos grandes bancos japoneses permiten abrir cuentas usando solo la firma, a la que se atribuye la misma validez que al sello.
También hay sellos menos formales que se utilizan, entre otras cosas, para confirmar la recepción de cartas o encomiendas certificadas. Estos sellos pueden comprarse ya hechos para una gran cantidad de apellidos japoneses, empezando por los más comunes como Satō, Suzuki, Takahashi, etcétera.
Si se trata de un apellido inusual o extranjero, hay que encargar a la tienda la confección del sello. Lo mismo sucede si queremos tener un sello con nuestro nombre y apellido, con un apodo o simplemente con nuestras iniciales.
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